Ediciones ALECLI

Sobre poetas, poetisos, poetastros, poetillos y potrillos

Repetiré por quincuagésima vez que no soy un hombre culto, que disto mucho de ello, lo he dicho hasta la saciedad, incluso, en la televisión. Disfruto aprender, asimilar cuanto esté a mi alcance. No soy un hombre culto, por desobediencia o descuido, nunca llegaré a serlo dado mi avanzada edad, pero tengo un ideal propio de estilización, elaborado cuidadosamente que encarna imágenes inéditas.

Todo lo dicho anteriormente parece un horrible pecado ante el mundo de hoy, donde hay una inmensa cantidad de falsos creadores de formas, violadores de estructuras, formatos y estilos con unas justificaciones aberrantes, dichos personajes creados por una fatídica fracción dentro del espacio cibernético.

Poesía. Nombre femenino. Composición literaria que se concibe como expresión artística de la belleza por medio de la palabra, en especial aquella que está sujeta a la medida y cadencia del verso. Es un concepto arraigado en los verdaderos poetas que la poesía es la parte más difícil de la Literatura, por la complejidad de sus estructuras y las reglas muy bien definidas para cada una de ellas. Como, por ejemplo, los versos endecasílabos, hay 28 tipos diferentes, cada tipo con sus claras definiciones en el ritmo.

He intentado conversar con algunos de los que escriben actualmente sobre mis restringidos conocimientos de poesía y solo me he ganado que me pongan en un cadalso donde solo falta tirar de la cuerda.

Los invito a analizar: para cualquier poesía se necesita saber de métrica, por eso, antes de empezar con cada tipo de poesía, debemos tener en consideración lo siguiente: existen dos tipos de conteo de sílabas: el conteo gramatical y el conteo métrico (también llamado conteo poético). El conteo gramatical, sencillamente cuenta el número de sílabas gramaticales y no es útil para la poesía. Ej: «Qui-sie-ra-en-es-ta-no-che-de-o-to-ño-des-ho-ja-da». Total: 16 sílabas gramaticales. El conteo métrico, que es el que se usa en poesía, es distinto del gramatical, por cuanto toma en cuenta las licencias métricas (sinalefa, hiato, diéresis, sinéresis) y la influencia del acento final. Ej: «Qui-sie-raen-es-ta-no-che-deo-to-ño-des-ho-ja-da». Total: 14 sílabas métricas. Noten que hay 2 sinalefas «raen» y «deo».

Los poetas hacen poemas, los poemas son composiciones poéticas basadas en versos. Los versos, excepto los combinados, que tienen sus pautas también muy rígidas, comienzan con los versos bisílabos (dos sílabas) y terminan con los tetradecasílabos (14 sílabas, los alejandrinos entre ellos) todos con sus especificaciones bien detalladas y delimitadas.

Entonces, ¿cómo llamar poeta a alguien que escribe con versos que exceden todas las medidas de la poesía, textos muy alejados de las muy bien establecidas reglas de la poesía? Lo veo como un absurdo imperdonable. Todo el que escribe tiene el sagrado deber y la profunda obligación de ser tea incendiaria, luz con fragancia envolvente de inmensa raíz ética en el tiempo que le toca vivir.

Versos libres y versos sueltos. Hasta donde llega mi limitado saber, el versolibrismo  no ha sido aceptado por la RAE. Aun así, tanto los versos libres como los versos sueltos, tienen sus normas establecidas, cada uno tiene sus pautas y limitaciones, sus prohibiciones. Hoy, la inmensa mayoría dice escribir con versos libres, creen que «libres» les da la libertad de cometer todo tipo de errores, desde versos extraordinariamente largos, fuera de medida, hasta encabalgamientos horrendos y faltas ortográficas imperdonables con ausencia de cadencia, donde mezclan despiadadamente las reglas y normas de los versos libres con los bien delimitados fundamentos de los versos sueltos. Sin ninguna imaginación literaria, sin un lenguaje tropológico, con rimas a dentelladas donde faltan las figuras literarias y donde sobra lo cotidiano y lo trillado una y otra vez, sin ninguna maestría para facturar un verso aceptable, con los versos mal cortados, y pese a ello, se llaman Poetas.

Abunda la egolatría, la estolidez, la lisonja injustificada y extremadamente dañina, el ego desmesurado. En lo personal, prefiero una crítica bien fundada a un elogio inmerecido. Escasea la voz de la poesía ondulante, bien lograda, que copula en la brisa tonificando el ambiente y endulzando los oídos.

Debo reconocer que me estrangula la amargura y también debo aclarar que no hablo de personas en particular, hablo de malos textos y pésimos escritos. Es una obligación moral que los poetas de nuestro tiempo eleven su intelecto, su formación integral. No se pueden negar, y mucho menos obviar, los poetas actuales capacitados que irrumpen tronantes con su inconfundible valor léxico donde se unen ética con estética, con un alma lírica estremecedora e impresionante fruto de estudios complejos y variados con aciertos indiscutibles.

Mi respeto y admiración para estos seres llenos de hidalguía, a quienes no atrofia ni el ego ni las adulaciones baratas y sin sentido.

Los buenos poetas, las buenas obras, perduran por los siglos de los siglos. Las malas obras, aunque tengan una aceptación momentánea, desaparecen vertiginosamente.

Debemos ser menos serviles, menos aduladores y más censores y acusadores de lo mal hecho. Se ha escrito demasiada adulación y muy poca crítica. Somos escritores mediocres porque nos creemos excelentes. Nos lisonjeamos y halagamos en demasía, lo que produce un efecto fatídico con un daño brutal.

Invito a todos a inundar con refinamiento propio los espacios. Hacer uso correcto de la riqueza de nuestro lenguaje. Tener un ideal de estilización. Crear versos propios, refinados, directos y dentro de las normas y estructuras adecuadas. Dar libertad a la imaginación con brillantes escaramuzas. Pulsar con suavidad, técnica y elegancia, las palabras. Nunca olvidemos que la poesía es el arma de los inteligentes para armonizar y buscar concilio.

Con el deseo de arrojar más claridad, les ofrezco las opiniones y criterios de estos eruditos y especialistas en el tema, a los cuales les pido excusas por tomar sus comentarios y conceptos valiosos y bien estructurados para este humilde y amontonado trabajo.

ANA VIZCARRONDO, egregia y distinguida profesora, profunda conocedora del género, española: «A mí me aburre hacer la poesía esa que llaman libre. Normalmente solo es prosa cortada en renglones. Hay que ser muy bueno para hacer verso libre bien hecho y la mayoría no lo son. Desde luego quien no es capaz de dominar el verso medido y rimado no es buen poeta porque no domina su oficio. No hay un solo buen autor, de los famosos digo, que no haya hecho también metro y rima».

Erudito FRANCISCO MARTÍN, España: «Tengo una cordial amistad (en la distancia) con un joven y prometedor escritor y poeta quien es natural y residente de la República Dominicana (de 25 años de edad) con quien coincido en diversos foros internacionales de Poesía en lengua hispana y, puntualmente, mantenemos algún que otro intercambio técnico sobre tales materias. En abril, con ocasión de la ‘Feria del Libro’ en Santo Domingo (capital del país) Miguel —que así se llama— fue llamado a dicha capital como lecturer (conferenciante) sobre la mejor fórmula y maneras de interpretar y escribir los libros, cuentos, relatos o entender y componer poesía. Así pues, de su extensa y experta disertación sólo apunto aquí una mínima expresión categórica que, en nuestra querida Málaga me ha costado a mí, por parte de otros, más de un asomo de antipatía por decir (en público y en alguno de mis propios ‘Talleres de Poesía’), que la Gramática se rige por cuatro patas angulares: Analogía, Sintaxis, Prosodia y Ortografía (incluyendo sus subdivisiones como la Semántica, etcétera). Pero que las cuatro patas angulares que rigen la Poesía en verso, son: Ritmo, Metro, Pausas y Rimas, y que la única que no era indispensable, era precisamente ésta última. En caso contrario, es prosa en segmentación arbitraria».

JOSÉ MÁRMOL: La ética del poeta: «Algunos políticos de oficio corrompen el Estado y la sociedad, mientras que algunos escritores corrompen la lengua y la sociedad. Estas son dos de nuestras más insufribles formas de pobreza. Aquí el idioma es agredido y depredado, tanto en forma oral como escrita. Aquí se publican obras, o más bien adefesios escriturales, en disparatada porfía con los conocimientos elementales de las pertinencias sintácticas, morfosintácticas, léxicas y semánticas de la lengua española. En nuestro país, insisto, lo importante en el quehacer literario parece estribar en «publicar» un libro y no precisamente en escribirlo, según manda nuestro idioma. Y como no se la conoce, tampoco pueden estos pseudoescritores mostrarse sensibles ante los atributos estéticos de la lengua, y muchos menos podrían subvertirla y liberarla en el marco de la creación.»

MIGUEL CONTRERAS, escritor, poeta y ensayista: «La poesía puede prescindir de la rima, pero jamás del ritmo. Pues el ritmo es el alma de la poesía. (a estas palabras se refiere Francisco Martín). Hay que ser específico: hasta el mal llamado verso libre (que ni es libre ni es verso, sino prosa) tiene sus reglas. La poesía tiene reglas irrefutables. Un gran poeta puede darse el lujo de romper las reglas, eso sí, siempre y cuando sea para crear otras reglas. Y jamás olvidar lo que dijo el gran T. S. Eliot: “Siempre me ha parecido poco aconsejable violar las reglas antes de aprender a observarlas”. La poesía es la música del universo en el corazón de los mortales, decía Tagore, y el que diga que hay música sin reglas, sin ritmo, sin armonía, es un mentecato. Y, para terminar, me gustaría citar a Charles Bukowski, que, aunque no me gusta como poeta, ha dicho una gran verdad: “Como dijo Dios cruzándose de piernas: veo que he creado a muchos poetas, pero muy poca poesía”».

ANA MARIA LORENZO, ilustre y reconocida escritora y poetisa: «La vocación del poeta aparece ante la necesidad de la poesía en nuestra civilización y al abismo que en el poeta abre el “principio de incertidumbre” al observar la realidad y causa necesaria para el conocimiento poético».

ALDO PELLEGRINI: «Se llama poesía a todo aquello que cierra la puerta a los imbéciles. La puerta de la poesía no tiene llave ni cerrojo: se defiende por su calidad de incandescencia. Sólo los inocentes, que tienen el hábito del fuego purificador, que tienen dedos ardientes, pueden abrir esa puerta y por ella penetran en la realidad. La poesía pretende cumplir la tarea de que este mundo no sea sólo habitable para los imbéciles».

A continuación, reproduzco tres de los excelentes 16 consejos publicado por JOSÉ CARVAJAL, escritor, crítico literario, y periodista con vasta experiencia en medios de comunicación internacionales y en la industria profesional del libro: «No creas elogios de amigos escritores que no se atrevan a expresarlos públicamente; ni en los aplausos de familiares ni personas de tu círculo cercano; casi siempre mienten para no hacerte sentir mal. Enfréntate al desafío de corregir o que te corrijan para mejorar tu trabajo. No te conformes con resultados mediocres; trata de pulir lo escrito hasta que parezca de otro y satisfaga las exigencias del lector-crítico que cada escritor serio lleva por dentro. Si piensas en el público, imagínatelo como un detector de calidad».

EPÍLOGO

Hay tanta literatura buena con métrica, ritmo, etc, como la hay en prosa. Es indiscutible. Cada poeta está en la obligación de hacer un ejercicio prominente de la profesión. No tendrá la poesía su debido respeto si es halada brutalmente de los cabellos. Es tarea de todos rescatar la magnificencia de antaño. Sin preámbulos, sin excusas, sin demora.

Mi mayor deseo es que este texto sirva de ayuda a la gran mayoría. Si alguien se ha visto delatado, aludido, retratado, sepa que es mi intención y no esquivo la responsabilidad.

Me atormenta una pregunta: aparte de la comida chatarra, ¿vamos a dejarle a nuestros hijos, nietos, biznietos y las generaciones por venir una montaña de mala literatura? ¡Qué horror!, diría mi buen amigo Cheo Breñas.

Infinitas gracias por su tiempo y atención. Dejo abiertos los brazos para recibir flores y balas. Mi abrazo agradecido, sin fronteras ni distancias, para los que defienden la verdadera poesía y se identifican con lo antes dicho.

 

09/ 17/ 2019

 

Rolando Blanco Pascual

acido en Puerto Padre, CUBA.

Reside en Miami, USA.